2009-11-29

EXPERIENCIAS DE CLASE CON EL LIBRO OBJETO










Desde el área tridimensional se asume al interior del proceso académico, una experiencia singular de construcción, apropiación, intervención y resignificación del libro como objeto escultórico. En este proceso el estudiante, por su propia inventiva se vale de los conceptos del diseño, entendiendo las nociones de forma, estructura, sentido y materialidad del libro como un objeto de soporte plástico. El libro ya no se contiene en su significado si no que se desborda hacia otras configuraciones, otras fuerzas expresivas, perceptivas y significativas que nos invitan a palpar, sentir y olfatear, en un desplazamiento del lenguaje escrito a lo plástico y visual.

Carlos Alberto Ayala
Profesor de Construcción
Area tridimensional, 4º semestre
Artes Visuales UTP,









2009-11-01

Libro Arte y Memoria

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El proyecto con el cual participo en la investigación sobre libro arte fue realizado en el proceso de las actividades académicas, inicialmente como requisito para la cátedra de dibujo e imaginario y consiste en un trabajo a partir del concepto editorial manejando medios artísticos gráficos y planteando visualmente una narración grafica. A partir del cuento “Las Ruinas Circulares” del autor Jorge Luis Borges; he querido proponer una mirada personal sobre la historia incluyendo aspectos que he venido trabajando en mi propuesta investigativa personal:

En un principio mi intención formal era abstraer fragmentos, seleccionándolos detenidamente para construir a través de la mancha espontánea un mundo desconocido; sin por ello perder la intención de captar gestos, movimientos, silencios; por el contrario es el fragmento introducido en la escena de la representación que implica cercanía, análisis y reflexión.

Deformar, descomponer, fragmentar, hilvanar, remendar, entretejer, coser manteniendo la apariencia de unicidad, con un lenguaje pictórico que propone la transformación de la realidad a partir de los diálogos y manifestaciones de la naturaleza. Los materiales empleados han sido el hilo conductor para incitar a tocar con los ojos; guardando en la memoria un compendio de tactos; es en ese momento cuando la obra, más que ser imagen predeterminada es sensación-sentimiento.

La narración literaria es un elemento determinante para dar paso a la creación de esta propuesta, es allí donde quedan registradas las imágenes congeladas que le dan un sentido propio al trabajo pictórico; en la “procesualidad fragmentaria” donde pasa a ser una experiencia íntima, personal con el color, las formas, los materiales, las superficies sugiriendo cada vez, nuevas posibilidades como resultado de una contienda física y estética. De este modo, aparecen combinaciones e intercambios utilizando objetos cotidianos, funcionales, banales como ganchos, fibras textiles, hebras de hilo surgiendo etéreas escenografías y por qué no, develando lo más propio de la condición humana.

Introducir el objeto cotidiano prefabricado aun cuando no forma parte del entorno habitual de la mayoría de la gente, para empezar a estructurar un discurso a partir de la cotidianidad estableciendo una relación entre la obra y el tema que identifica a todos los seres humanos “el vestido”, considerando a la moda como uno de los temas más citados y convocados por la sociedad entre la música, el cine; claro está el trabajo no pretende centrarse en éste tema.

Para este trabajo es preciso hacer estudios mediante técnicas como la observación, experimentación y análisis ya que este se profundiza dentro de contextos situacionales.
Éste método que comprende la teoría-práctica que conduce a la indagación de teorías y/o supuestos que argumenten y expliquen a su vez lo que sucede o no de una forma determinada.

También hace parte del proyecto “Formas de la Memoria“, construido como una especie de paisaje onírico con materiales y objetos transformados a través de un lenguaje pictórico en una propuesta estética.

Surgen en esta etapa una serie de propuestas que desde perspectivas diversas, instauran un lenguaje visual pleno de significados y lecturas sugerentes, estas miradas me comprometen con mi entorno, poniendo en evidencia la forma como percibo el mundo, además de sacar a relucir la actividad domestica de muchas mujeres, otorgándoles una valor ritual a través del gesto pictórico y volviéndolas válidas como prueba de una cultura que permite la construcción de la mujer como categoría.

Pensar en pasado y presente para fragmentarlos ante mis ojos, convocarlos a través de un mundo simbólico que se halla hilvanando una historia de experiencias personales. Fotos, agujas, retazos, ganchos, trozos de hilo – objetos íntimamente recordados. Momentos que corren el riesgo de olvidarse y convertirse en historia. Las texturas y el color han estado presentes durante todo el proceso para recrear imágenes que hablan de acontecimientos íntimos, de actividades cotidianas, de pasiones, de dualidad, de sensibilidad, de victorias ganadas; en términos metafóricos abrazar y curar mi realidad desde el arte.

La libertad que otorga la condición de ser humano y más concretamente la de ser artista, permite hablar de la “estetización del objeto” o estetización de la cotidianeidad. Quienes optan por esta vía, se enfrentan a un panorama de rechazo y de exclusión, de contradicciones nostálgicas; ante la decadencia del aura del arte, la escasez de magia, ilusión y ensoñación por el afán decorativo efímero, y por la transformación de lo real en un objeto fetiche. Por otra parte, están los que no se detienen ante esta situación, porque su objetivo no se reduce a llevar el objeto cotidiano a un contexto que le dé un carácter artístico o establecer relaciones con el museo y la vida cotidiana; sin necesidad de estar a favor, pretenden abordar problemas que les afectan o les importan, compartir experiencias, contextualizar la vida con el arte saliéndose, ¿por qué no? de lo puramente artístico.

Esta puede ser “la excesiva realidad”, la realidad de la que estamos siendo testigos, cómplices, victimas; esta estetización de la vida cotidiana que se activó durante la primera mitad del siglo XX, pero que no alcanzó su plenitud hasta finales de ese siglo y que hoy sigue dando de qué hablar: ”…no obstante, la tendencia general del arte es extenderse, expandirse en el espacio circundante” siendo esta su naturaleza, nos vemos en la necesidad de andar y desandar caminos, proponiendo otros discursos, otros modos de articular la experiencia, otras formas de hacer mundo como una promesa de enriquecer la experiencia en lo que resulta ser la expansión del arte.

Angela María Román

El libro objeto

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Diseños: Freddy Tangarife






SINOPSIS
El libro como objeto escultórico vincula las cualidades espaciales y sensoriales, desde el espíritu mismo de la materia, lo cálido, lo duro lo blando, lo frio, lo suave, en una experiencia perceptiva; cada propiedad empieza a manifestar también su forma, no la evidente del libro, sino, la secreta, aquella que se manifiesta como contenedora de sentidos en su experiencia directa.
SYNOPSIS
The book as a sculptural object linking spatial and sensory qualities, from the very spirit of matter, warm, hard soft, the cold, soft, in a perceptual experience, each property starts to show its form, not the Clearly the book, but the secret, one that manifests itself as the container of meaning on their own experience.
Cuando hablo del libro, rememoro aquellos momentos de mi infancia en que, limitado por circunstancias de salud que me impedían salir por las calles, no me quedaba más que aventurarme por los espacios interiores de las casas vecinas.
Esta aventura clandestina, solitaria y silenciosa me llevo al desván vecino para tener uno de los encuentros más fascinantes en aquellos primeros años: cajas abandonadas, empolvadas, llenas de libros, ofrecidos allí como un espectáculo; objetos que atrapaban la mirada y generaban fascinación con su presencia, libros configurando formas diversas, grandes, pesados y pequeños volúmenes con pastas fuertes en cuero, hojas gruesas que al pasar sentía su textura en mis dedos, otros mas pequeños que invitaban al recogimiento , en fin, cada uno tenía un poder de seducción.

Esta experiencia me hace rememorar los momentos mágicos de la aparición de la escritura donde el ser habitante de la tribu, creador de imaginarios transforma sus múltiples y complejas experiencias en conjuntos de imágenes y signos revelados por el ojo oculto de la conciencia que toman sentido en el acontecimiento de lo simbólico.
La relación de la experiencia de exteriorización o vivencia en el espacio físico real, por medio de la percepción como conocimiento, nos remite a los gestos primarios que establecer vínculos profundos de comunión colectiva, el gesto se transforma en sonido, el sonido en palabra, la palabra en signo y el signo pulsa sobre la materia.
Huellas de un acto de creación, significación en unidad vital con el cosmos, elevación mediada por el cuerpo, en una experiencia que transforma las palpitaciones internas, reflexiones y configuraciones en signos, gestos, huellas cargadas de intencionalidad y sentido que establecen un dialogo en el tiempo-espacio con el otro yo. Huellas del cuerpo sobre la materia, jeroglíficos, pictogramas, y complejas representaciones; inscritas en diversidad de soportes y materiales: arcilla, hueso, rocas, papiros, papel, que preludian el devenir en el tiempo del libro objeto de arte.

El libro como objeto escultórico empieza a manifestar su sentido, desde el espíritu mismo de la materia, lo cálido, lo duro lo blando, lo frio, lo suave, en una experiencia perceptiva; cada propiedad empieza a manifestar también su forma, no la evidente del libro, sino, la secreta, aquella que se manifiesta como contenedora de sentidos en en su experiencia directa.

El libro objeto no es solo una representación, es un universo para develar, imaginar, construir o provocar otras escrituras, narraciones, otros viajes. “Entrando en la forma, para silenciar la palabra”. De acuerdo con este planteamiento, cada libro puede leerse como un mensaje originalmente simbólico susceptible de ser recorrido en distintos sentidos, en donde el libro juega su importancia en la realización de imaginarios, cuando su exterioridad hace visible su propia autonomía en una presencia mágica, en el mundo de una poesía tridimensional.

El libro objeto desplaza su lenguaje formal y gramatical hacia uno visual y plástico, creando nuevos códigos de lectura e interpretación, en una especie de ruptura de la experiencia perceptiva, diluyendo fronteras entre las disciplinas artísticas y enfatizando su materialidad objetual.

En su carácter esencial el libro objeto dimensiona la materialidad y sus cualidades haciendo partícipe al espectador cuando capta sus estados: su dureza, su rugosidad, su resistencia, su peso o su energía. Estas experiencias perceptivas, químicas, síquicas y culturales entran a formar parte de nuevos códigos de interpretación o lectura, proporcionan al espectador otras experiencias del libro al palpar el frío del libro metal, el peso de un libro en plomo, la calidez y tersura del libro piel, el deshielo o fluir del libro agua, y todas las poéticas que nos rememoran a Gastón Bachelard llevándonos hasta experiencias sonoras, olfativas, gustativas encontradas en un libro objeto abierto y provocador. Los soportes materiales y objetuales se transforman en metáforas donde se puede leer un mensaje cifrado simbólico proyectando lo esencial como un objeto autónomo y universal superando todo tipo de barreras.

Carlos Alberto Ayala

BIBLIOGRAFIA
BAUDRILLARD, Jean: El Sistema de los Objetos, Siglo Veintiuno Editores,Mexico,1997.
PIRSON,Jean F: La Estructura y el Objeto, Publicaciones Universitarias,Barcelona,1998ALBRECHT, Hans Joachim. Escultura del Siglo XX.Edit.Blume,Barcelona,1981.
VALENCIA,Antonio:Del Lenguaje Visual al Libro Objeto,Librodeartista.info ,marzo 2008.
DANGHERO, Guillermo: Tres puntos suspensivos sobre el Libro Objeto, Librodeartista.info, Enero 2008
BACHELARD, Gaston. La poética del espacio, Fondo de Cultura económica, México, 1965

GRAFIA Y SIGNO escrituras de lo visual




Diseños: Freddy Tangarife



El dibujo como escritura poética, ha sido una de las manifestaciones de esa síntesis entre signo y palabra. No en vano se habla en este caso de una escritura que busca su transmutación en el dibujo, optando por el grafismo, sin detenerse en el acercamiento únicamente de carácter ilustrativo recíproco entre dos lenguajes.
Entre la palabra escrita y la imagen visual hay márgenes sutiles y borrosas,
incluso esos límites llegan a desdibujarse. A veces la escritura se hace corporalidad
–el signo convertido en cuerpo visual, en materia. Es el soporte del libro arte donde se da, en esencia, la materialización de esa consonancia.


En el dibujo el trazo es la huella de la acción y, a la vez, escritura que registra meditación e incertidumbre frente a su lectura y de ello deviene su aproximación a una grafía certera del balance conceptual que lo genera; lo que va del interés por el dibujo a partir de esa inquietud elemental de representar lo inmediato, lo habitual, lo visible en fin; lleva a consideraciones del orden de la memoria, el imaginario que dan cuenta de la experiencia del mundo vertida en los trazos sobre un papel. Crear, dibujar, el dibujo es el medio por el cual el pensamiento se cristaliza y toma cuerpo, más allá de lo aparente, entre lo que es y lo que no es, entre lo que soy y no soy. En la experiencia artística, los accidentes de esa “línea con memoria” como acertadamente llamaba Matisse al dibujo, manifiestan la disposición a la caducidad permanente, hacia el ser indeterminado e indefinible que, desde las premisas trazadas por la filosofía, la ciencia y el arte no disuelven la penuria más apremiante de la mente occidental: el imperativo de ordenar aún lo no ordenable.

Transcribir, apuntar, anotar, inscribir, redactar, componer, copiar, expresar, explicar, informar, formular, exponer, aclarar, representar, consignar, registrar, reproducir, pergeñar, idear, concebir, crear, trazar, caligrafiar, rayar, rotular, etiquetar, marcar, garabatear, garrapatear, emborronar, firmar, rubricar, autografiar, signar, manchar, ensuciar cuartillas, relacionar, dejar correr la pluma, asentar, documentar, colaborar, compilar, resumir, abreviar, reflejar, traducir, verter, trasladar, interpretar, librar, relatar, narrar, contar, dramatizar, historiar, interlinear, tachar, anular, corregir, borrar, acentuar, tildar, subrayar, puntuar, entrecomillar, marginar, encabezar, fechar, datar, dictar, mecanografiar, dactilografiar, taquigrafiar, estenografiar, editar, publicar, imprimir, estampar, sacar a luz, dar a publicidad, remitir.

Pero esta acción de inscribir sobre una superficie ha derivado en múltiples formas de realización, gracias a la emergencia de nuevos dispositivos que se acogen a las artes visuales en los medios digitales, la instalación, el video y el performance. Incluso las nociones mismas de arte han cambiado frente a este nuevo régimen de visibilidad, la perspectiva del observador y el repertorio de información disponible en todos los ámbitos del conocimiento.
El concepto de libro de artista va a evolucionar como género independiente en el límite de todas estas disciplinas, escenarios de creación artística y formas de representación durante el siglo XX. En este marco general que conforma este contexto, llámese libro arte o libro de artista- hay un matiz que particularmente llama la atención y al que vale la pena dedicarle algunas líneas: una zona de confluencia donde escritura y forma se confunden, entrelazamiento de lenguajes indiferenciados y franja de intersección donde confluyen distintos sesgos: escrituras de lo visual.

Si bien no se trata de algo nuevo-ya encontramos antecedentes en los manuscritos miniados del gótico, en la escritura automática surrealista, en las experiencias caligráficas del expresionismo; si hay una diferencia sellada en la desaparición de los dispositivos simbólicos rígidamente demarcados que daban origen a estas prácticas y que establecían un sistema de
reglas, normas y métodos consustanciales a su finalidad: El monje, el scriptorium, los temas religiosos – el artista moderno, el atelier, y su aura de genialidad marginal. En la esfera de artístico hoy asistimos a un entrecruzamiento de lenguajes, a una hibridación de formas y procedimientos en el dibujo, donde conceptual y materialmente se exceden las limitaciones de sus medios. “Detrás de ese exceso está el cuerpo hablando al cuerpo, pero está también el pensamiento que ese cuerpo se da sobre todo cuanto hace; detrás de ese exceso está, en una palabra, la Representación, pero sobretodo la representación de que no hay pensamiento sin cuerpo.”

El soporte para estas nuevas escrituras de lo visual puede ser tan variado como su naturaleza; desde el papel y la tela hasta el uso de los leds electrónicos, los pixeles de la pantalla, pasando por la luz en la fotografía o el mismo cuerpo en la performance, o incluso su inhibición o ausencia manifiesta. Acciones como la de recolectar, coleccionar o incluso señalar se incluyen en esta expansión de posibilidades y recursos visuales. Pero, retomando el tema de lo bidimensional, del cuadro, existe una línea de acción en muchos artistas encaminada a utilizar toda la eficacia significativa del grafismo gestual directo. Legible o no, este uso de grafismos, se constituye en un recurso de muchos autores para señalar el potente simbolismo de las grafías excluidas de su marco tradicional: el texto. Generalmente su fin no es explicativo, no está incluyendo la ficha técnica dentro del marco de la obra, ni pretende establecer rótulos, está más cerca del lenguaje poético, de la contingencia que abre sugerencias y riesgos interpretativos para constituirse en un elemento más en la imagen resultante. En las obras de artistas como Miró, Tobey, Klee o Michaux encontramos ese vínculo que se despliega sobre imaginativas revelaciones caligráficas, equiparando cuadro e imagen, devolviendo a la letra la cualidad pictográfica característica de los ideogramas en las protoescrituras, a través de de la creación de un sistema de signos, de convenciones.

De la misma manera podemos comprobar que, en gran parte del arte contemporáneo como escenario de multiplicidades, el dibujo- texto se hace fundamental como obra en sí misma, acogiendo trayectos y momentos que equiparan el viaje a la misma experiencia de vida, y se acude al dibujo como juego representacional para extraerle toda su condición de polisemia, de imaginario, incluyendo textos dibujados que trasladan el contexto original del apunte a otras circunstancias que sobrepasan la figuración o la mera ilustración, instituyendo un sentido o una simbolización en un contexto más amplio de lectura.

Aportes de la caligrafía china
Para nuestras grafías occidentales la palabra escrita es un código, una elaborada abstracción que marca todo el trasunto del logos y que determina nuestra forma de pensar. Bien distinto a lo que sucede con la caligrafía en oriente que, en el caso de la escritura China, sigue conformando una relación directa con los pictogramas que le dieron origen; y que representa un inmenso bagaje visual y una riqueza de formas que se funden con los elementos no lingüísticos en la pintura volviendo indivisible la función del pintor-calígrafo. Frente a las dicotomías paralizantes de la cultura occidental, la posibilidad de aunar imagen y escritura, conocimiento y arte, naturaleza y cultura en un todo armonioso, es una característica que distingue a esta civilización; no existe en la grafía china un alfabeto, hay cerca de 40.000 caracteres, cada uno de ellos representando un vocablo, una forma gramatical que se aprende a dibujar desde la infancia con los medios tradicionales de la tinta y el papel de arroz, lo que identifica la mentalidad china, imaginativa y práctica y a la vez hermética y distante. Aún así, y directamente de esta influencia creciente, encontramos de este lado del imago mundi, algunos esbozos por los que, lo indefinible resplandece como pasaje subyacente de lo real: escrituras, desplazamientos, huellas, rizomas, nociones elaboradas por el pensamiento contemporáneo para impugnar, por un lado el cogito ergo sum cartesiano y por otro lado, la vocación representativa del lenguaje. La caligrafía china como arte, ha extendido su influencia a la enseñanza académica en todas partes vista, ya sea como aprendizaje filológico o como disciplina de lo visual.


Carlos Augusto Buriticá

DRUCKER, Johanna. Century of Artists' Books New York: Granary Books, 1995
ANTON, José Emilio. Visión de un género artístico, librodeartista.info, 2004
OCAMPO, Estela. El infinito en una hoja de papel. Ed. Icaria, Madrid 1989
FRANK,Frederick. The Zen of Seeing. Seeing/drawing as meditation, Vintage Books, 1973
GOMEZ MOLINA, Juan José. Los nombres del dibujo. Ed. Cátedra, 2005.
MAILLARD, Chantal. La sabiduría como estética. Ed Akal, 2000 JUNG, Carl Gustav. El hombre y sus símbolos. Caralt, S.A., Barcelona, 1964.
JUNG, Carl Gustav. El secreto de la flor de oro. Caralt S.A. Barcelona, 1984

Cartas de Viaje 01


Ruben Darío Gutiérrez.Variaciones en tono menor

Angela Román,Estar en la memoria

Jonathan López. Espacios transitorios

Detalle, Libro de Gussi, Tintas y carboncillo

Oscar Betancur.Apariciones misteriosas en el jardin de madam Z. Borowska

Diana Betancur, Carnaval de Riosucio

Carlos Augusto Buriticá. Scripta Codex (Rollo)

Mauricio Suárez, detalle libro

Carlos Alberto Hoyos, In Piel

Julio Zapata, sin título

Mauricio Suárez.Imaginario

Angela Román. Del jardin de la memoria

Ricardo Muñoz Izquierdo. dia-rio

Libro de la fortuna – Eye candy

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Catalina Rodríguez

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Amor&Fe

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Mario Mendez Escudero.

san cun jin lian

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Pies de loto dorado- Zhao Liying-tintas sobre papel de arroz

OBRAS EN IMAGEN REGIONAL

Obras del grupo de investigacion 700REPART, en el Banco de la república, Pereira

ENEAGRAMA

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CAR NAL

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ACTO DE SER

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SUEÑOS TEJIDOS

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SE ME TRABA LA LENGUA

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ADN.Mauricio Suárez

Pasajero.Carlos Augusto Buriticá

Carnal.Carlos Alberto Hoyos

El quien o mas bien quienes

Eterna actividad sin acción

REFLEXIONES DESDE LA OBRA

Pasajeros de un círculo vacío..

SON ACASO LOS INCUNABLES...

Si reconocemos que la trama del mundo está hecha de trazados de rasgos, de claroscuros; que la vida es un viaje en el que la imaginación nos señala caminos y cruces, abismos y sombras entonces tiene sentido hablar de las imágenes, los apuntes y anotaciones que dan cuenta de este viaje. Eso es el dibujo en términos de conocimiento, del reconocimiento de aquello que experimentamos en nosotros como nostalgia de la potencia originaria, de lo que nos impulsa a buscar lo desconocido, a palpar lo intangible, a ver lo invisible

DIEZTRAZOS

El calígrafo equilibra la forma con el vacío en el papel, el arquero apunta la flecha y se funde con su blanco, en la ceremonia del te
los oficiantes purifican el alma, mediante su unión con la naturaleza: todo
ello expresa el sentido de la maravillosa vacuidad que conecta lo nombrado con lo inefable y en el aire queda ese aroma de serena incertidumbre manifiesta en las palabras del maestro: “No busco las respuestas, trato de comprender las preguntas”.

El objeto de deseo

Es el primer filme de Alain Resnais, fue estrenada en el año 1959. Basada en un guión de Marguerite Duras, constituye no sólo un impactante alegato contra la guerra nuclear; resulta además una vía privilegiada para indagar en qué consiste el trabajo de duelo. En su esfuerzo por precisar el estatuto del objeto perdido, Lacan la toma como referencia en su seminario sobre la angustia del año 62-63; ese mismo año, David Liberman se vale también de Hiroshima mon amour como “modelo mental” para ilustrar la resolución del duelo. trata de despejar la relación del sujeto con ese objeto singular que, habiendo desaparecido, impone cierto tiempo para elaborar su pérdida.En su libro “La comunicación en terapéutica psicoanalítica” Liberman considera la película como un “símil” adecuado para discriminar las relaciones en la resolución de los duelos. Si Hiroshima mon amour nos conmueve, afirma, es justamente porque toma dos elementos extremos - Eros y Thánatos, Amor y Odio, Vida y Muerte - y los integra; el filme logra impactarnos en tanto expresa la constante búsqueda de
completitud, de lo Otro presente en la ausencia.

Iroshima mon amour

Iroshima mon amour
Fotograma de la cinta, en una selección de imágenes eróticas del cine, presentada en la exposición EROS manifesta

PRESENCIA IMAGINARIA

En un nuevo espacio que se abre a la ciudad,
muros fatigados colmados de memorias:
La vieja casa restaurada del creador de La Ruana
es el lugar apropiado para proponer la presencia Imaginaria
Ellos son artistas que aun en su corta trayectoria, ya han conseguido que su obra tenga el merecimiento y la consideración a la que muchos aspiran. Están iniciando un camino aunque sus pasos son firmes. pero lo más importante es que hablan con la seriedad de su trabajo, no precisan de subterfugios paralinguísticos para declarar que su obra
es contemporánea.
Casa de Luis Carlos González, Concejo Municipal de Pereira.
Agosto 10, 2007 7:00 pm

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